
Con el simple hecho de ver a Hugo Stiglitz esa novela tiene razón de ser. Bien adaptada y aunque sigue siendo una melodrama clásico el ritmo y el nivel de actuación son extraordinarios. Quizá los puntos débiles estén en el elenco juvenil, que me parece se alejan de la frescura que tendrían que tener, no en actuaciones, pero sí en la psicología de los personajes. Ver enredos a lo Relaciones peligrosas a cargo de Andrea Escalona y el personaje de Gastón resultan bastante chafas. Y los protagonistas juveniles, que ya no lo son tanto, de lo más convencionales y sosos. Quizá lo más interesante sea el personaje de Rosita y el de Alan Ciangherotti, que de verdad exponen una problemática interesante. Daniela, la clásica pobre muchachita engañada, dulce e ingenua. Hubiera sido maravilloso que como cualquier adolescente inmaduro la disfuncionalidad familiar la hubiera hecho una joven maliciosa, digo para variar, producto de la falta de una madre. El rencor y el abandono destruyen. Alma interpretada por Edith González, es un personaje bien cuidado, con matices, una buena mujer que está obligada a defenderse, un vaivén de emociones que esperemos siga con esa tensión y no lo pierdan con su inevitable amor por Andrés, un pelele que sólo se dedica a llorar,insultar y golpear gente. Un mediocre que nunca ha podido defender sus intereses y que ha arrastrado a mucha gente a su desgracia. Andrea Noli, Regina Torné, Hugo Stigliz, Casanova, Carmen Beato, maravillosos. Y la dirección de arte es magnífica que da gusto ver locaciones espectaculares y no foritos barátos. Una superproducción, sin duda. Ya veremos cómo va.